martes, 5 de febrero de 2013

Tecnología y GPS contra el asma


Es un hecho ineludible. El elemento geográfico aporta siempre información adicional y de gran valor añadido que permite tomar decisiones mucho más precisas y en base a datos contrastados. Aplicando este terreno al ámbito médico, las evidencias son aún más claras. Algo así debió pensar el doctor David Van Sickle que lleva luchando de forma decidida contra el asma desde 2006. Su teoría parte de la base de que la distribución de la enfermedad está determinada por factores exógenos, y dar con ellos ayudaría a luchar contra la misma.

En este sentido, fundó Asthmapolis, una firma dedicada a fabricar un dispositivo que pudiera ubicar en un mapa la localización de los afectados cada vez que pulsaran los inhaladores. Los primeros prototipos fueron muy toscos y voluminosos, pero la firma ha logrado desarrollar un pequeño dispositivo que además se comunica con el smartphone mediante Bluetooth y envía esta información en tiempo real a un servidor que la explota empleando Sistemas de Información Geográfica (SIG).

Gracias a esta herramienta, el equipo del doctor ha logrado establecer una serie de "puntos calientes" de distribución de la enfermedad y relacionarlos con factores exógenos. La primera sorpresa no ha tardado en llegar: han descubierto que la afectación del asma es superior en zonas rurales que en urbanas, contra lo que se creía hasta la fecha. Y por descontado, conocer estos puntos con gran incidencia del asma supone un gran valor añadido para los afectados, que pueden optar por evitarlos.

[Fuente: The Washington Post]

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